jueves, 28 de febrero de 2008

Volver...


Don Alejandro Dolina es un personaje de lo mas extraño. Hedonista incontrastable, flaco chamuyero con verretines intelectualoides, pero por sobre todas las cosas un observador sagas que no puede dejar de suscitarnos la mas entusiasta ternura en su programa de todas las madrugadas.
Muy a pesar de su ego, su producción artística no busca lugares consagrados para prestigiarse.
Su primer libro no es otra cosa que la compilación de los maravillosos relatos ensayísticos que escribía en una revista. Su ultimo disco es la compilación de los radioteatros que monto en su programa radial. La opereta es un registro novedoso en donde convergieron dramaturgia, canción popular, actuación, invitados de lujo y muuucha magia.
Lo que hoy se me ocurrió colgar es el texto con el que finaliza su primer libro. Para quienes no han tenido oportunidad de leerlo esto equivale a comenzar a cenar por el postre. De todas formas no es menos apetecible...




Refutacion del Regreso
de "Crónicas del Angel Gris", por Alejandro Dolina.

"... Quien dice que no hay querencia
que le pregunte a la ausencia..."
(Por el camino,
José González Castillo).

No hay sueño más grande en la vida que el Sueño del Regreso. El mejor camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible. Los Hombres Sensibles de Flores, en sus nocturnas recorridas por las calles del barrio, planeaban volver. Volver a cualquier parte.

A la adolescencia, para reencontrarse con los amores viejos.

A la infancia, para recobrar las bolitas perdidas.

A la primera novia, para jurarle que no ha sido olvidada.

A la escuela, para sentir ese olor a sudor y tiza que no se encuentra en ninguna otra parte.

Volver fue para ellos la aventura prohibida. Cada noche soñaban con patios queridos y cariños ausentes. Y cada mañana despertaban llorando desengañados y revolvían la cama para ver si algún pedazo de sueño se había quedado enganchado entre las cobijas.

A pesar de todo, los muchachos de Flores habían aprendido a disfrutar de los regresos modestos y cada tanto visitaban antiguas pizzerías, veían peliculas de Paul Muni, cantaban el vals Penas que Matan o examinaban fotos amarillentas en la pieza de Manuel Mandeb.

Desde luego, los Refutadores de Leyendas se burlaban de todo esto.

- ¡Saluden a los nuevos tiempos! -gritaban-. El mundo marcha hacia adelante.

La comparsa racionalista acusaba a los Hombres Sensibles de retrógrados y conservadores. Tal vez tenían algo de razon: Mandeb y sus amigos andaban siempre por los mismos lugares, contaban miles de veces las mismas anécdotas y se divertían robando nísperos siempre en la misma casa.

- Marchan ustedes a contramano de la historia -rugían los Refutadores. Y era cierto. Pero siempre es recomendable recorrer la vida a contramano, sobre todo si uno sospecha quien ha puesto las flechas del tránsito.

En los años dorados del barrio del Angel Gris, funcionaba en la calle Gavilán la agencia Todo para el Regreso. Esta empresa organizaba unos viajes y peregrinaciones cuyo atractivo principal estaba en la vuelta. Por cierto, solían elegir lugares horrorosos, con alojamientos míseros y comidas inmundas, precisamente para acrecentar el deseo de volver cuanto antes.

Pero el mayor éxito se obtuvo con el Servicio de Recuperación de Vecinos. La agencia se ocupaba de localizar y entrevistar a pobladores antiguos, alejados del barrio por las perversas mudanzas. Por un precio razonable se les ofrecía una fiesta callejera en su viejo vecindario, con la presencia de todos los personajes de la zona. El servicio incluía la entrega de un pergamino, palabras alusivas a cargo de empleados de la empresa y llegado el caso, indumentaria apropiada para que el vecino emigrante pudiera fingir opulencia si lo deseaba.

Existía -además- un plan superior que contemplaba la reinstalación lisa y llana del vecino perdido en su antigua residencia. Desde luego, los costos eran grandes y no resultaba sencillo vencer las dificultades que se presentaban: desalojo del nuevo ocupante de la finca, abolición de las eventuales reformas, rescate de los muebles originales y restauración del exacto grado de higiene en que acostumbraban vivir el cliente y su familia. Para cumplir con esta ultima pretención, a veces había que limpiar y otras veces era necesario juntar mugre.

En realidad, hay que confesar que durante todo el tiempo que funcionó el Servicio de Recuperación de Vecinos, solamente una vez se concretó el plan superior. Fue el famoso regreso de la familia del ingeniero Vaccari a su casa de la calle Bolivia Este servicio fue solventado por los amigos del poeta Jorge Allen, despues de más de un año de colectas, rifas, préstamos a interés y timbas a beneficio.

No es que a nadie le importara gran cosa del ingeniero Vaccari. Pero Jorge Allen estaba enamorado de Leonor, la mayor de sus hijas y no estaba seguro de poder seducirla en Bancalari.

La historia no tuvo un final feliz. Leonor rechazó tercamente a Jorge Allen y se entreveró con un carnicero que venía a rondarla precisamente desde Bancalari. Allí mismo se fueron a vivir cuando se casaron, un año después. El resto de la familia Vaccari acabó mudándose más tarde a San Miguel, barrio del que no fueron rescatados jamás.

El ruso Salzman, legendario jugador de dados, también supo hacer un negocio parecido. Sin la intervención de la agencia, se decidió a comprar la casa de su infancia, ocupada desde hacia años por perfectos desconocidos.

En semejante patriada, el ruso gastó la memorable ganancia de una noche gloriosa en el casino de Mar del Plata.


Una vez instalado, comprendió que la inversión habia sido inútil.


- He recuperado mi casa
-dijo-. Pero la infancia, no.


Catorce años después de haber egresado como bachiller, Manuel Mandeb volvió a inscribirse en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda.

El polígrafo de Flores estaba entusiasmado con la ida y propuso a sus antiguos compañeros que hicieran lo mismo, para repetir la época más feliz de sus vidas. No tuvo mucha suerte: Avila, Capel, Carrasco, Cichoworsky, Donath, Frascarelli, Frezza... Por orden alfabético todos se fueron negando y presentando sólidos pretextos. El trabajo, la familia, la distancia, el dinero. De algún modo misterioso aquellos atorrantes habían contraído la responsabilidad.


Manuel Mandeb no se achicó y comenzó las clases.


Y el primer día trató de reproducir episodios divertidos que habían ocurrido antes, pero las cosas no eran iguales. Sus nuevos compañeros eran bastante chitrulos y se resistían a secundarlo en sus travesuras, no le llamaban El Turco sino El Abuelo. Para peor, algunos profesores creían recordarlo vagamente y no sabían si confundirlo con su hijo o con su padre.


Logró -eso sí- algunas buenas notas y hasta quince amonestaciones. Un día, el jefe de celadores descubrió la verdad.


- No crea que no lo he reconocido, señor Mandeb. Este es otro de sus inventos. Yo pensé que el titulo de bachiller iba a servirle de escarmiento, pero veo que no es así. Usted es de los que siguen jorobando hasta después de muertos. Mandeb contestó llorando:

- Usted es el único que me ha comprendido. Gracias.

- Cállese la boca, señor
-gritó el jefe de celadores-. Vuelva a clase.


El pensador de Flores fue expulsado poco después. Pero a pesar de su fracaso, la segunda inscripción es una maniobra que merece ser estudiada por los melancólicos cabales. Sostengo que con el apoyo de sus viejos condiscípulos, la experiencia de Mandeb hubiera sido emocionante.


La agencia Todo para el Regreso se fundió por falta de clientes. En un último esfuerzo, sus dueños ofrecieron servicios économicos. Eran retornos fingidos, vueltas sin ida, reencuentros sin ausencia. El interesado podía simular su viaje al Africa. La empresa se encargaba del recibimiento, los abrazos y las lágrimas. El éxito fue nulo. Por esos días, Manuel Mandeb escribió su oscuro ensayo Nunca se Vuelve. Leamos algunos párrafos:

"
No es posible regresar a ninguna parte. Los puntos de partida no se quedan quietos y a la vuelta ya no están. Para poder volver se necesita, por empezar, un punto de partida eterno e inmutable. Pero todo se mueve y no hay forma de detener el Universo. Créanme si les digo que nadie ha efectuado nunca jámas un verdadero regreso. El hombre que lo consiga cumplirá la hazaña más grande de la historia."

La idea de no bañarse dos veces en el mismo río no constituye ninguna novedad filosófica. Pero adviértase que Mandeb deseaba en verdad volver a bañarse. Esta fue su mayor obsesión y siempre lamento amargamente no poder remontar los tiempos.

Los Refutadores de Leyendas se alegran de la dinámica universal y esperan el futuro con impaciencia. Desean liberarse del pasado, romper las cadenas. Pero si esto encierra la idea de libertad, hay que reconocer que Manuel Mandeb fue mucho más lejos:


"¿Por qué no puede uno estar en varios lugares al mismo tiempo? ¿Qué es esto de no poder volver al pasado ni visitar el futuro? ¿Por qué no es posible extraer de las premisas de la razón las consecuencias que a uno se le antojen?


"Ah, la libertad...la libertad sin tiempo, ni espacio, ni lógica. La libertad de vivir todas las vidas, de estar en todas partes, de recorrer las edades. ¿Qué dicen a esto los libertarios sin frontera?"

Pero las cosas son como son. Esa es la pena de los Hombres Sensibles. La misma de los viajeros que no pueden volver atrás. Ellos no han nacido para viajar. Y sin embargo, ahí andan con la vida llena de extraños, ansiando la inmortalidad, solamente para poder regresar.

Algunos tratan de no partir: amor...quédemonos aquí... Pero el que no parte también se queda solo.
En Flores se suele contar la leyenda de Anton Raffo, quien según parece poseía el Secreto del Regreso. Mandeb y Jorge Allen llegaron a conocerlo. Es cierto que el hombre usaba en su conversación algunos giros inquietantes.

- Ya voy a arreglar eso cuando sea un poco más joven.

- He besado muchas veces a Mónica. Pero será mucho mejor cuando le dé el primer beso.

- Ya estoy harto de nacer, caballeros.

Los muchachos de Flores no pudieron indagar demasiado. Raffo desapareció y si es que posee el Secreto, tal vez ande en otros tiempos más prometedores.


Aquí cabe una modesta reflexión. Aún cuando fuera posible volver al pasado, nada sería igual. Todos los actos de nuestra vida repetidos minuciosamente, serían distintos al estar ocurriendo por segunda vez. Esta diferencia es sustancial. Llevaríamos con nosotros la carga de la experiencia anterior. Nos estaría negada la ansiedad y la esperanza. ¿Con qué entusiasmo apostaríamos a las cartas que ya sabemos perdedoras? Alguien dirá: sería preciso borrar la memoria y volver al pasado sin recordar que ya lo vivimos. Respuesta: ¿de qué sirve volver si uno no sabe que vuelve? Para el caso es posible pensar que ahora mismo estamos viviendo por segunda o quinta vez la misma vida.


Quien les escribe ha soñado muchas veces este episodio:

Camino por la calle Urquiza, en Caseros. Soy como ahora, un grandulón melancólico. Pero descubro que no estoy en el presente sino en los primeros años de la decada del 50. Llego ante la casa que lleva el número 68 y toco el timbre. Al rato sale a recibirme un nene mugriento y deconfiado. Soy yo mismo. Abrazo emocionado al chico. Desde adentro oigo la voz del abuelo que pregunta:


- ¿Quién es, Negro?

Nunca he podido imaginar que algo mejor pudiera ocurrirme. Los funcionarios del paraíso no tendrán que ponerse en grandes gastos conmigo.

El libro de aventuras del regreso sigue en blanco.

Ni los Hombres Sensibles, ni los Pensadores del Eterno Retorno, ni muchos de nosotros -que a veces creemos volver- hemos podido dar un solo paso. Esto no nos impide ser dichosos algunas veces, a pesar de todo. Las personas decentes nos piden madurez y resignacion. Quieren que olvidemos nuestras trágicas ensoñaciones. Pero nosotros no queremos olvidar. Y el que olvide, jamás, jamás podrá ser nuestro amigo.

Ni siquiera cuando volvamos a encontrarnos otra vez y para siempre
.

martes, 26 de febrero de 2008

De Megadeth a Kitaro en el mismo bondi

Marty Friedman ingreso a Megadeth para la grabación del clásico Rust in Peace en 1990, después de que el colorado echase a patadas al guitarrista y baterista de su formacion por enésima vez. Lo curioso para su temperamento, es que esta vez traía un nuevo integrante no como segunda viola sino como coguitarrista por lo que todos prestamos atención. El pibe venia de Cacophoni, un dúo de superguitarristas como estaban en boga hacia fines de los 80s (Los discos instrumentales de Vai, Satriani y Malsteem así lo habían conseguido).

La cosa es que no bien sale Countdown alla por 1992 el bueno de Marty aprovecha un impas para grabar su segundo álbum solista y experimentar con otra de sus pasiones (además de los Ramones), la música oriental...

Por si todo esto fuera poco, al estar grabando en un estudio de Japon, se encuentra alli mismo con uno de sus ídolos, Kitaro, el por aquel entonces, pope de los vangelirismos orientales.
Resultado: Scenes

Un disco ultra intimista y conmovedor. En el que el genio de Marty abandona los artilugios técnicos y pirotécnicos para dar rienda a fraceos sencillos y cargados de belleza y emotividd en 8 composiciones que rozan el new age sin incurrir en el minimalismo edulcorado y predecible.

Formidable para poner de fondo una tarde lluviosa en la que pinte encerrarte con tu chica a para perderse del mundo y compartir momentos de esos que tan bien hacen al espíritu...


DESCARGAR AQUI:
www.badongo.com/es/file/2096768

domingo, 24 de febrero de 2008

El Poeta Prometeico




La gente suele decir, los americanos,
los norte-americanos suelen decir:
León Felipe es un "Don Quijote".
No tanto, gentlemen, no tanto.
Sostengo al héroe nada más ... y sí,
puedo decir ... y me gusta decir:
que yo soy Rocinante.





Leon felipe (Tábara 1884 -México 1968), sinonimo de Felipe Camino Cevilla, es uno de los poetas mas sanguíneos y viscerales que recuerdo. Un vitalista que enciende la pasión por reconciliar arte y biografia. Perteneciente al llamado tremendismo poetico, esa corriente que plasma con imágenes fastuosas y apocalípticas la desesperación en medio de la guerra civil española, en la poesia de Leon felipe se puede captar la heretica puesta en verso de un revolucionario lucido y genial. Una epica interpelacion a la conciencia y a la accion son sus desarrollos sobre el Poeta Prometeico y su escatologia de Don Quijote de la Mancha, redentor del mundo...

Y si bien ya volveremos mas minuciosamente a su obra en alguna otra oportunidad, me despachare aquí con el que yo concidero uno de sus poemas mas acabados. Casi como si presajiara las aristas que años mas tarde daran vida a esa particular mirada del evangelio conocida como Teologia de la Liberación, este poema capta con magistralidad el impetud profetico de la poesia escrita con sangre, en este caso a travez de su anticlericalismo mistico...




León Felipe: El Cristo... es el Hombre

en Ganaras la Luz - 1943


¿Y si el Hombre, no Dios, se llamase Jesucristo?...

¿Si la sangre del Hombre... fuese la sangre divina del

Sol... la esencia luminosa de los astros?

¿Si con su sangre el Hombre pudiese salvar y redimira los Dioses?

Estoy preguntando... ¿No puedo yo preguntar?

¿No han arrojado sobre mí todas las sombras? ...

Y ¿no puedo yo levantar todas las preguntas?

Y... ¿si hubiese dos clases de hombres?

Y... ¿si hubiese dos Españas, por ejemplo?

¿La España del poeta doméstico y retórico... y la

España del poeta prometeico, heroico y revolucionario?

...¿La España de las formas que se desgastan y la de lasesencias eternas?

¿La de las formas que se mueren y la de las esencias

que comienzan a organizarse de nuevo?

...Y afirmo, ya no pregunto:

En la España de las formas desgastadas

están los símbolos obliterados...

los ritos sin sentido...

los uniformes inflados

las medallas sin leyenda

los hombres huecos

los cuerpos de serrín

el poeta doméstico y retórico,

la exégesis farisaica,

el verso vano

y la oración muerta que van contando las avellanas horadadas de los rosarios.

Dios, la fuerza original y creadora, se ha ido de estemundo y todo se ha quedado sin sustancia.

En la España de las esencias que quieren organizarse

de nuevoestán las ráfagas primeras que mueven las entrañas dela tierra,

los huracanes incontrolables que sacuden la sustancia dormida

,la sustancia prístina de que está hecho el árbol y elcuerpo del hombre.

Y están también los terremotos que rompen la tierra,desgarran la carne

y desbordan los ríos y las arterias de nuestra anatomíapara dar salida al espíritu encadenado

y mostrarle su camino hacia la renovación y hacia la Luz.


Ésta es la España de los héroes. La España prometeica,

la España en que todo se deforma y se revuelve:

las exégesis se cambian del revés,los presagios de los grandes poetas se hacen realidad.

Prometeo se liberta,

aparecen nuevos cristos...

y las viejas parábolas evangélicas se escapande la ingenua retórica de los versículos para venir a mover

y a organizar nuestra vida.

Ahí están,ahí están en el aire todavía, temblando de emoción,

cruzando los cielos desde hace veinte siglos, en lacurva evangélica de una parábola poética,

estas palabras revolucionarias,

estas palabras prometeicas:"Es más fácil que pase un camello por el ojo de una

aguja, que entre un rico en el reino de los cielos."

Esta parábola originó nuestra lucha, nuestra guerra,nuestra revolución hace diez años...

Porque frente al poeta doméstico que venía diciendo

que estas palabras evangélicas no eran más que retórica...

una manera retórica de hablar, se levantó el poeta prometeico

el hombre heroico y revolucionario que dijo: No hayretórica.

El verbo lírico de Cristo y de todos los grandes poetasdel mundo no es retórica.

Es un índice luminoso que nos invita a la acción y al heroísmo.

Y esta parábola del camello y de la aguja, del pobre ydel rico

tiene un sentido que desentrañado y realizado,puede llenar, si no de alegría ... de dignidad la vidadel hombre.


Y esa es la exégesis heroica,

la exégesis prometeica, la exégesis revolucionaria. Escuchad:

Hay que salvar al rico, hay que salvarle de la dictadurade su riqueza,

porque debajo de su riqueza hay un hombre que tieneque entrar en el reino de los cielos,

en el reino de los héroes.

Pero también hay que salvar al pobre

porque debajo de la tiranía de su pobreza hay otro hombreque ha nacido para héroe también.

Hay que salvar al rico y al pobre ...

Hay que matar al rico y al pobre, para que nazca elHombre.

El Hombre, el Hombre es lo que importa.

Ni el rico ni el pobre importan nada...

Ni el proletario

ni el diplomático

ni el industrial

ni el arzobispo

ni el comerciante

ni el soldado

ni el artista

ni el poeta en su sentido ordinario y doméstico

importan nada.

Nuestro oficio no es nuestro Destino.

"No hay otro oficio ni empleo que aquel que enseñaal hombre a ser un Hombre".

El Hombre es lo que importa.

El Hombre ahí,

desnudo bajo la noche y frente al misterio,

con su tragedia a cuestas,

con su verdadera tragedia,

con su única tragedia...

la que surge, la que se alza cuando preguntamos,

cuando gritamos en el viento.

¿Quién soy yo?

Y el viento no responde...

Y no responde nadie.

¿Quién es el Hombre?...


Tal vez sea Cristo...

Por que el Cristo no ha muerto...

Y el Cristo no es el Rey, como quieren los cristeros

y los católicos políticos y tramposos...

El Cristo es ‚el Hombre...

La sangre del Hombre...

de cualquier Hombre.

Esto lo afirmo.

No lo pregunto.

¿No puedo yo afirmar?...

sábado, 23 de febrero de 2008

La historieta en llamas


Hace tiempo deje de buscar historietas en los kioscos. Es que salvo Fierro y las producciones de La Productora, no aparece nada por aquí que me entusiasme demasiado. A los superhéroes les perdí el rastro hace un par de años pero al ojear las portadas sospecho que no me perdí realmente de mucho y con los manga no hay manera... estoy demasiado accidentalizado como para recolonizar mi paladar ...


Sin embargo MAGMA fue un grato hallazgo. La onda, confesada explícitamente en la editorial, es retomar la historieta nacional de aventuras aunque los tilden de nostalgicos. Lo cierto es que esta publicación fechada en enero del 2008 y que al momento de esta entrada aun permanece en los Kioscos, es un excelente magazín con autores de renombre e historias e ilustradores de gran calidad. Un claro ejemplo de ello es sinfonia del nuevo mundo, hsitorieta inedita en nuestro pais del desaparecido mestro Juan Zanotto, con la que se me cayo un lagrimon.


Editado en formato tabloide símil comic boock pero con 96 paginas (Blanco y negro y sin plastificar) se consigue a 10 mangos.


La única cosa criticable es que bien podría estar fechada en enero de 1978 y no nos daríamos cuenta. Así y todo esta a sido la apuesta y ante tanta mediocridad de ojos enormes y dientes crispados dando vueltas por alli saludamos el emprendimiento de editorial Thalos deseándole lo mejor.


Este material no lo escaneare por que hay que bancar la industria nacional viejo! A conseguirlo!!!

jueves, 21 de febrero de 2008

Al maestro con cariño

Howard Philips Lovercraft (1880/1937) se ha convertido en una referencia de culto para muchos aficionados del Heavy Metal, devido a las aluciones constantes que muchisimos grupos hacen de sus obras. Lo cierto es que el tipo era un xenofobo jodido, con una vida de mierda que jamas pudo editar sus trulentos relatos en otro lugar que ne un pulp de mala muerte llamado Weird Tales. Los freekies seguidores de los RPG ( a la vieja uzansa, no los aparatejos que se enchufan...) tambien integran las huestaes de seguidores del caballero de Providence. Lovercrafth es hoy sinonimo de Mitos de Cthulhu, una antojadiza cosmogonia de dioses caoticos que se ciernen amenazantes sobre la ingenua, insignificante y pretenciosa humanidad. A mi senembargo, siempre me impacto esa parte marginal de su produccion. El llamado ciclo onirico. Ese momento creativo en el mortrificado en la asfixiante convivencia en casa de sus tias pudo desarrollar joyitas como ,The White Ship, Celephaïs, etc (Ni hablar de su novelita The Unknow Cuest of Kadath) El siguiente es un relato perteneciente a esta etapa y representa para mi una de las mas maravillosas narraciones breves que conosco. Disfrutenlo!

La Busqueda de Iranon

The Quest of Iranon -1921

En la ciudad granítico de Teloth vagaba un joven, coronado con hojas de vid, el pelo amarillo reluciente de mirra, y la ropa púrpura desgarrada por las zarzas de la montaña Sidrak, situada al otro lado del antiguo puente de piedra. Los hombres de Teloth son graves y sombríos, y viven en casas cuadradas; y con el ceño fruncido, preguntaron al desconocido de dónde venía y cuál era su nombre y fortuna. Y el joven contestó:

-Soy Iranon y vengo de Airá, ciudad lejana que recuerdo vagamente, la que quiero encontrar otra vez. Soy cantor de canciones que aprendí en la lejana ciudad, y tengo por vocación producir belleza con las cosas recordadas de la niñez. Mi riqueza consiste en pequeños recuerdos y ensueños, y en esperanzas que canto en los jardines, cuando la luna es tierna y el viento de poniente agita los capullos de loto.

Cuando los hombres de Teloth oyeron estas cosas, conferenciaron en voz baja; pues aunque en la ciudad granítico no se oyen risas ni canciones, los hombres severos miran a veces, en primavera, hacia los montes karthianos, y piensan en los laúdes de la lejana Oonai, de la que hablan los viajeros. Y pensando de este modo, pidieron al extranjero que se quedase, y cantase en la plaza que hay delante de la Torre de Miin, aunque no les gustaba el color de su ropa destrozada, ni la mirra de su pelo, ni su guirnalda de hojas de vid, ni la juventud de su voz dorada. Iranon cantó por la tarde; y mientras cantaba, rezó un viejo, y un ciego dijo que veía un nimbo sobre la cabeza del cantor. Pero la mayoría de los hombres de Teloth bostezaron, y unos se rieron y otros se fueron a dormir; porque Iranon no dijo nada práctico, y sólo cantó sus recuerdos, sus sueños y sus esperanzas:

-Recuerdo el crepúsculo, la luna, las suaves canciones y la ventana donde me acunaron. Y ante la ventana pasaba una calle de luces doradas, donde las sombras danzaban sobre las casas de mármol. Y recuerdo el rectángulo de resplandor que la luna proyectaba en el suelo, distinto de todos los demás resplandores, y las visiones que danzaban en el claro de luna cuando mi madre cantaba para mí. Y recuerdo también el sol de la mañana, radiante, por encima de los montes multicolores del verano, y la fragancia de las flores que el viento del sur arrastraba, al tiempo que hacía cantar los árboles.

«iOh, Airá, ciudad de mármol y berilo, qué numerosas son tus bellezas! ¡Cuánto he amado las cálidas y fragantes florestas del otro lado del transparente Nithra, y las cascadas del pequeño Kra a su paso por el verdeante valle! En esas arboledas y en ese valle los niños se trenzaban guirnaldas unos a otros; y cuando llegaba el atardecer, soñaba yo extraños sueños bajo los tejos de la montaña, mientras contemplaba, por debajo de mí, las luces de la ciudad y los meandros de Nithra reflejando una franja de estrellas.

«En la ciudad había palacios de teñido y veteado mármol, con cúpulas doradas y pintados muros, y verdes jardines con estanques azules y fuentes cristalinas. A menudo, jugué en los jardines y vadeé los estanques y me tumbé entre las pálidas flores y soñé bajo los árboles. Y en el ocaso, subí a veces las empinadas calles de la ciudadela hasta la explanada, y contemplé Airá, la mágica ciudad de mármol y berilo, espléndida en su ropaje de dorada llama.

«Mucho hace que te añoro, Airá; porque era muy niño cuando marché al exilio. Pero mi padre fue tu rey, y por eso volveré a ti; porque así lo tiene decretado el Destino. Te he buscado por los siete países; sin embargo, algún día reinaré sobre tus arboledas y jardines, tus calles y tus palacios, y cantaré a los hombres que sepan lo que canto, y no se reirán ni me volverán la espalda. Porque yo soy Iranon, el que fuera príncipe de Airá».

Esa noche los hombres de Teloth alojaron al extranjero en un establo; y a la mañana siguiente fue a él un arconte y le dijo que buscase el taller de Athok el zapatero, y entrase de aprendiz.

-Pero yo soy Iranon, cantor de canciones -dijo-; y no tengo vocación de zapatero.

-Todos en Teloth deben traba'ar -replicó el arconte-; esa es la ley.

Entonces dijo Iranon:

-¿Por qué voy a trabajar? ¿Acaso no puedo vivir y ser feliz? Si trabajas sólo para trabajar más, ¿cuándo encontrarás la felicidad? Tú trabajas para vivir, pero ¿no está hecha la vida de belleza y de canciones? Y si no soportáis a los cantores entre vosotros, ¿dónde encontraréis los frutos de vuestro trabajo? El trabajo sin las canciones es como un viaje monótono y sin fin. ¿No sería más grata la muerte?

Pero el arconte era persona hosca y no lo comprendió, y amonestó al extranjero:

-Eres extranjero, y no me gusta tu cara ni tu voz. Las palabras que dices son blasfemas, pues los dioses de Teloth han dicho que es bueno trabajar. Nuestros dioses nos han prometido un cielo de luz, después de la muerte, donde gozaremos de un descanso interminable, y de una frialdad cristalina en la que nadie atormentará su mente con pensamientos, ni sus ojos con la belleza. Ve pues a Athok el zapatero, o márchate de la ciudad cuando se ponga el sol. Todos aquí deben servir; cantar es una estupidez.

Así, Iranon salió del establo, y recorrió las estrechas calles entre tenebrosas casas de granito, buscando algo verde, pues era todo de piedra. En las caras de los hombres todo eran ceños fruncidos; pero junto al dique de piedra a lo largo del perezoso río Zuro se encontraba sentado un niño de ojos tristes que contemplaba las aguas y observaba las verdes ramas cubiertas de yemas que la corriente traía de los montes. Y el niño le dijo:

-¿No eres tú, en efecto, el que dicen los arcontes que busca una lejana ciudad de un lejano país? Yo soy Romnod; tengo sangre de Teloth, pero no soy viejo como la ciudad de granito, y suspiro a diario por las cálidas arboledas y las tierras distantes de belleza y de canciones. Más allá de los montes Karthianos se encuentra Oonai, la ciudad de los laúdes y la danza de que hablan los hombres en voz baja, y dicen que es hermosa y terrible. Allí quisiera ir, si fuese lo bastante mayor como para encontrar el camino; y allí deberías ir tú, porque sus hombres escucharían tus canciones. Abandonemos la ciudad de Teloth y viajemos juntos por colinas primaverales. Tú me enseñarás los modos de viajar y yo escucharé tus canciones por la noche, cuando las estrellas una a una, infundan sueños a nuestras mentes soñadoras. Y quizá sea Oonai, la ciudad de los laúdes y la danza, la bella Airá que buscas; pues dicen que no has vuelto a estar en ella desde hace mucho tiempo, y los nombres cambian con frecuencia. Vayamos a Oonal, ¡oh Iranon, de dorada cabeza!, donde los hombres conozcan nuestros anhelos, nos acojan como hermanos, y no se rían ni arruguen el ceño ante aquello que decimos.

E Iranon contestó:

-Sea como dices, pequeño; si hay alguien en esta ciudad de piedra que añora la belleza, debe buscar las montañas y más allá. No te dejaré suspirando junto a este perezoso Zuro. Pero no vayas a pensar que impera el deleite y la comprensión al otro lado de los montes Karthianos, ni en ningún lugar al que puedas llegar en el espacio de un día, o de un año, o de un lustro. Verás: cuando yo era pequeño como tú, habité en el valle de Narthos, junto al frío Xari, donde nadie quería escuchar mis sueños; y me dije a mí mismo que cuando fuera mayor iría a Sinara, en la ladera sur, y cantaría a sonrientes camelleros del mercado. Pero al llegar a binara, encontré a los camelleros borrachos y salaces, y que sus canciones no eran como las mías; así que navegué en una barcaza por el Xari, hasta Jaren, la de as murallas de ónice. Y los soldados de Jaren se rieron de mí y me expulsaron; así que recorrí muchas otras :iudades. He visto Stethelos, situada bajo la gran catarata, y he contemplado las marismas donde en otro tiempo se alzó Sarnath. He estado en Thraa, en llarnek, y Kadatheron junto al río sinuoso Ai, y he vivido mucho tiempo en Olathoe, ciudad situada en el país de Lomar. Pero, aunque a veces he tenido auditorio, siempre ha sido escaso; y ahora sé que sólo me recibirán en Airá, la ciudad de mármol y berilo, donde mi padre gobernó en otro tiempo como rey. De modo que Airá será la ciudad que buscaremos; aunque también visitaremos Oonai, la ciudad de los laúdes situada al otro lado de los montes Karthianos, por si fuese Airá, aunque yo no lo creo. Inmensa es la belleza de Airá, y nadie puede hablar de ella sin emoción; en cambio de Oonai los camelleros hablan con recelo.

Al atardecer, iranon y el pequeño Romnod salieron de Teloth; y durante mucho tiempo anduvieron entre los montes verdes y las frescas arboledas. El camino era áspero y oscuro, y no parecía que fuesen a llegar jamás a Oonai, la ciudad de los laúdes y la danza; pero al oscurecer, cuando surgieron las estrellas, Iranon cantó a Airá y sus bellezas, y Romnod le escuchó, de forma que ambos fueron en cierto modo felices. Comieron abundantes frutas y bayas, y no se dieron cuenta del paso del tiempo, aunque sin duda transcurrieron muchos años. Creció el pequeño Romnod, y su voz se hizo profunda; aunque Iranon seguía siendo el mismo, y cubría sus dorados cabellos con hojas de vid y fragantes resinas de los bosques. Y un día sucedió que Romnod pareció más viejo que Iranon, aunque había sido más pequeño cuando éste le encontró en Teloth observando el paso de las verdes ramas cubiertas de yemas, desde el dique de piedra del perezoso Zuro.

Luego, una noche en que la luna era redonda, los viajeros llegaron a la cresta de una montaña y coiitemplaron desde lo alto las miríadas de luces de Oonai. Los campesinos les habían dicho que estaban cerca, pero Iranon vio que no era ésa su ciudad natal de Airá. Sus luces no eran como las de Airá, ya que eran chillonas y crudas, mientras que las de Airá brillaban suaves y mágicas, como brilló una vez la luna en el suelo, junto a la ventana, donde la madre de Iranon le acunó y arrulló con sus canciones. Pero Oonai era una ciudad de laúdes y danzas, así que Iranon y Romnod descendieron la empinada ladera en busca de aquéllos a quienes podían complacer sus canciones y sus sueños. Y cuando entraron en la ciudad, encontraron a los juerguistas coronados con guirnaldas de rosas que iban de casa en casa, se asomaban de los balcones y ventanas, escuchaban las canciones de Iranon, y le arrojaban flores y aplaudían cuando él terminaba. Entonces, por un instante, Iranon creyó haber encontrado a aquellos que pensaban y sentían como él; aunque esta ciudad no era ni la centésima parte de bella que Airá.

Al amanecer, Iranon miró a su alrededor con desaliento; porque las cúpulas de Oonai no eran doradas al sol, sino grises y lúgubres. Y los hombres de Oonai estaban pálidos a causa de sus orgías, y embotados por el vino, y eran muy distintos de los hombres de Airá. Pero dado que las gentes le habían arrojado flores y habían aclamado sus canciones, Iranon siguió en la ciudad, y con él Romnod, a quien gustaba el ambiente de fiesta de la ciudad y adornaba su oscuro cabello con rosas y mirto. Iranon cantaba a menudo por las noches para los juerguistas; pero iba como siempre, coronado con hojas de vid de las montañas, y recordando las calles de mármol de Airá y el Nithra transparente. Cantó en los salones decorados del monarca, sobre una plataforma de cristal que se alzaba sobre un piso que era de espejo; y al cantar, evocó escenas para los oyentes hasta el punto que les pareció que el suelo reflejaba aquellas cosas hermosas y antiguas y semiolvidadas, y no a los comensales enrojecidos por el vino que le lanzaban rosas. Y el rey le ordenó que se despojase de su púrpura harapienta, y le vistió de raso y de tejidos de oro, le adornó con anillos de verde jade y ajorcas de teñido marfil, le alojó en una cámara dorada cubierta de tapices, y le dio un lecho de dulce madera tallada, con doseles y colchas de seda bordada. Así vivió Iranon en Oonai, la ciudad de los laúdes y la danza.

No se sabe cuánto tiempo vivió Iranon en Oonai; pero un día, el rey llevó a palacio a un grupo de delirantes bailarinas del desierto lirarúo, y oscuros flautistas de Drinen de Oriente, y los juerguistas arrojaron a Iranon menos flores que a las bailarinas y a los flautistas. Y día tras día, aquel Romnod que había sido el niño de la granítico Teloth se fue embruteciendo más y más, y enrojeciendo de vino, al tiempo que soñaba cada vez menos, y escuchaba con menos placer las canciones de Iranon. Sin embargo, aunque Iranon se entristecía, no dejaba de cantar, y por las noches repetía sus sueños sobre Airá, la ciudad de mármol y berilo. Luego, una noche, el grueso y colorado Romnod, que roncaba pesadamente entre las sedas adormecedoras de su triclinio, murió retorciéndose mientras Iranon, pálido y flaco, cantaba para sí en un lejano rincón. Y cuando Iranon hubo llorado sobre la tumba de Romnod, y la hubo adornado con ramas verdes cubiertas de yemas, como las que Romnod solía amar, se despojó de las sedas y abalorios, y se fue, olvidado de las gentes de Oonai, la ciudad de los laúdes y la danza, vestido tan sólo con la púrpura andrajosa con la que había llegado; y nuevamente se adornó con hojas de vid de las montañas.

Iranon se encaminó hacia poniente, buscando aún su país natal, y a los hombres que podían entender y amar sus canciones y sus sueños. Y en todas las ciudades de Cydathria, y en las tierras del otro lado del desierto de Bnazie, los niños de alegre rostro se rieron de sus viejas canciones y de su andrajoso vestido de púrpura; pero Iranon seguía siendo joven, y llevando guirnaldas sobre su dorada cabeza mientras cantaba canciones sobre Airá, deleite del pasado y esperanza del futuro.

Y una noche llegó a la choza miserable de un viejo, sucio y encorvado pastor que guardaba rebaños en una ladera pedregosa que arrancaba desde una ciénaga. Y preguntó Iranon a este hombre, como había preguntado a muchos otros:

-¿Sabes decirme tú dónde puedo encontrar Airá, ciudad de mármol y berilo, donde discurre el cristalino Nithra, y donde las cascadas del pequeño Kra cantan a lo largo de los valles verdeantes poblados de tejos?

Y el pastor, al oírle, miró largamente a Iranon, como si recordase algo muy remoto; y estudió cada una de las facciones del desconocido, y su cabello dorado, y su corona de hojas de vid. Pero era muy viejo; y negando con la cabeza, replicó:

-¡Oh, extranjero, he oído efectivamente el nombre de Airá, y los otros nombres que has dicho, pero me vienen a la memoria como recuerdos de hace muchos años! Los oí en mi juventud de labios de un compañero de juegos, hijo de un mendigo, el cual tenía extraños sueños, y tejía largas historias sobre la luna y las flores y el viento de poniente. Solíamos reírnos de él, porque le conocíamos de nacimiento, y sin embargo, decía que era el hijo de un rey. Era hermoso como tú, pero lleno de ideas extrañas; un día, siendo pequeño, se fue en busca de gentes que escuchasen gustosas sus canciones y sus sueños. ¡Cuántas veces me cantó canciones sobre países que nunca existieron, y cosas que nunca existirán! Hablaba mucho de Airá; de Airá, y del río Nithra, y de las cascadas del pequeño Kra. Siempre decía que allí era tenido por príncipe, aunque todos conocíamos su nacimiento. Jamás ha existido la ciudad de mármol de Airá, ni nadie que pudiese deleitarse escuchando extrañas canciones, salvo en los sueños de mi antiguo compañero de juegos, Iranon, que ya no existe.

Y en el crepúsculo, cuando las estrellas salieron una a una, y la luna derramó sobre la ciénaga un resplandor como el que ven temblar los niños en el suelo, cuando es acunan por la noche, un hombre muy viejo se adentró en las mortales arenas movedizas, vestido de púrpura andrajosa, coronado de pámpanos marchitos, y mirando fijamente ante sí, como si contemplase las do:adas cúpulas de una hermosísima ciudad donde son Comprendidos los sueños. Y esa noche, en el viejo mundo, murió un poco de belleza y de juventud.



miércoles, 20 de febrero de 2008

Stille re revisited


Halla por el 97 la virulencia grunge había finiquitado definitivamente. Lo electrónico venia amagando desde hacia un buen rato pero curiosamente nunca termino de detonar y a Mr Manson ya le estaba llegando el cuarto de hora con su cirquillo del horror itinerante.

No obstante desde Europa soplaban nuevos aires para quienes en cuestión de rock sentíamos que no quedaba otra cosa que reinventarse.

Efectivamente, Lacrimosa nos reinvento el cerebro. Provenientes del dark abrevaban al metal y la música orquestal, camino inverso del resto de la escena que desde el metal extremo comenzaban a coquetear con el dark pop.

Tilo Wolf y la posteriormente incorporada Anne Nurmin que ya habían remontado vuelo hacia el olimpo con Inferno, su trabajo predecesor, cristalizaron en Stille uno de esos sueños que rara vez pueden ser fielmente recreados en la vigilia.

Ya desde la portada se puede ir bosquejando la angustiosa paradoja que encierra el concepto de la obra. Este Disco es una sutil y compleja pieza de perfección de las que rara vez se encuentra una porción así de abundante en el universo. Para que se entienda: Todos sabemos que muy de vez en cuando los astros se alinean de una determinada manera que habilita la cósmica combinación de sonidos que menos frecuentemente aun, una captura discográfica puede llegar a atesorar. Nos referimos a joyas como Machine Head, el álbum blanco, Led Zeppelín IV, Heaven & Hell, Dark Side of the Moon o Keeper of the Sevent Kyes por solo citar algunos… Creanme que este trabajo esta a la altura!! Se que es muy jugado esto que sostengo, pero los invito a bajarlo y darle una oportunidad.

Su escucha quizá pueda resultar algo intrincada, en la mejor tradición de los discos progresivos. Hay profusión de arreglos y cambios de ritmos sorpresivos pero por sobre todo un acogedor dramatismo sostiene en vilo al escucha desde el primer acorde hasta el final.

Y por si esto fuera poco, entre música circense, orquesta y una banda metalera que asoma de tanto en tanto para pegarte en la nuca, estos suizos tampoco escamotean nada de rock.

En su deliciosa arquitectura se entretejen la tristeza mas opresiva, una eufórica melancolía, el sarcasmo punk y hasta la mas desnuda celebración, captados magistralmente con sutileza y majestuosidad. Dos elementos, estos, que no se suelen llevar muy de cuerdo pero que Lacrimosa reúne en feliz matrimonio. Todo ello timoneado por la embriagadora voz de Tilo, su andrógeno frontman a quien uno no tiene mas remedio que amar u odiar. Sus carraspeos graves, espetados en un alemán dulce a veces, solemne otras tantas se hace rugido nihilista de a ratos para volver como un lamento suave a susurrarnos esa melodía que íntimamente ya habíamos presagiado pero que su intuitiva magia repone aquí una vez mas.

Apenas 8 tracks para ingresar a la inmortalidad. Lacrimosa pulió aun más su estilo luego de este trabajo. Gano en soltura y performance. Sin embargo no pudo reunir en un mismo álbum composiciones de tan variada y rica calidad.

A 10 años de su lanzamiento, este es un trabajo del cual todavía mucha humanidad ni se ha enterado. Insistiremos entonces con desempolvar este puñado de canciones que tantas emociones nos han brindado durante buena parte de nuestra vida

Por el bueno de Tilo, entonces, y la bellísima Anne que se la ha podido ver mas linda que nunca en su visita del pasado año!

Descargar:
http://www.badongo.com/file/7358814

Superheroes que me hicieron mal y sinembargo...

Para comenzar este nuevo trasuntar en la blogosfera, en esta ocasión abordando temas mas amenos como lo son ese raro híbrido entre el arte y el entretenimiento que nos suele ofrecer la cultura de masas.

Vamos a inaugurar esta redentora gesta desempolvando una serie que hasta donde pude chequear en amistades que se supone no debieron haberla dejado pasar, no obtuvo demasiadas repercusiones. O por lo menos, repercusiones a la altura de su calidad. Tan solo tres temporadas duro Justice League Unlimited, la superadora versión de Justice League que Bruce W. Timm produjese para Cartoon Networks. Ya sabrán que este mentado productor a parido la estética de Batman animated series, que con su impronta oscura y el tratamiento dramático que Paul Dini otorgase por primera vez a los siempre acartonados personajes de DC ha logrado sin duda, convertirse en una de las mejores series animadas que el mundo occidental haya visto en las últimos decadas.

Sabido es que en la teoría del guión los escritores pueden decantarse por el plot o bien por el charácter. En el primero de los casos estaríamos hablando del meollo, los vericuetos y la complejidad de la historia misma, es decir que el atractivo del relato residiría en la intriga, los reveces inesperados, los giros de la trama. El caso del charácter es el de su opuesto complementario, la cosa no pasa por la historia sino por los personajes, no son las situaciones, sino como estos se paran ante ellas. Aquí se luce la personalidad, ingenio y carisma tanto de los protagonistas como antagonistas que van desplegando apasionadamente el conflicto.

Las anteriores Batman, Superman y Justeace League que la Warner había producido introducían novedosamente este ultimo elemento. Por primera vez los tan momificados personajes de DC ponían de manifiesto dramáticos y retorcidos desencuentros de intereses.

Por otra parte, tradicionalmente los comics de la liga de la justicia, si bien contaban con el atractivo de ser todo un dream teen de los héroes de la casa, precisamente esto mismo funcionaba como un escollo para darle profundidad al tratamiento dramático de los personajes. Casi todos los protagonistas centrales de ese titulo (Supeman, Batman, Flash, Green Lantern, Wonder Woman, etc, etc,) cuentan con sendas revistas propias. Lo cual ocasiona que no se pueda ahondar ni modificar sustancialmente ningún aspecto biográfico de los mismos ya que esto repercutiría en sus propios títulos a riesgo de ocasionarles algún trastrocamiento que pudiere hacer al producto menos interesante y por ende, bajar las ventas. Esto marcaba la diferencia e imponia la distancia entre estos y la hiperexitosa dinamica de X-Men o incluso Avengers.

Así y todo, esta serie, que adapta la line up mas o menos clásica de la liga en una continuidad que hace malabares para llevar a la pantalla una melange mas o menos coherente de los mejores plots del universo DC, se las ingenia para salir airosa del desafió. Por ejemplo sugiriendo una onda entre Batman Y Wonder Woman (Que desgraciadamente jamás llega a concretarse) o incluso estableciendo un romance entre Question y la Cazadora, amen del triangulo implícito entre Green Lantern, Sachera Holl y Vixen. Pero mas allá de las cuestiones de conventillo la serie comienza con un refrescante repunte tanto en la calidad de la animación como en las historias, respecto de su antecesora. Pero será en su segunda temporada donde esta encuentra unos bríos inauditos en materia de historias de superheroes para la pantalla. Se trata de la adaptación de la saga del proyecto Cadmus, donde abundan los homenajes a Watchmen, Suicide Scuad, Kindom Come y un prestigiosísimo etc, etc,

La cosa es así: A partir de la aventura en la que Superman viaja a un universo paralelo y descubre que los Campeones de la Justicia (La liga de ese universo) han construido un régimen totalitario después de entrar en guerra con los propios EE UU a causa de que su presidente Lex Lutor hubiera asesinado a Flash, y Superman a este en represaría; en nuestro universo una agencia secreta del Estado de los EE UU comienza a desarrollar simulaciones que arrojan a la liga victoriosa contra un potencial enfrentamiento con el gobierno. A partir de allí todo será sabotajes e intrigas gubernamentales mientras que el multimillonario magnate Lex Lutor emprende una meteórica carrera presidencial con un estilo muy, pero muy PRO. ¿Les suena?

Y si para muestras solo hace falta un botón. Los dejo con un episodio de la segunda temporada en el que el Capitan Marvel y Supertman se dan murra a mas no poder dejando bien en claro que Supertman es uno de los personajes mas nabos de la historia de las historietas.

Ya sabran que para descargar del magaupload tienen que bajarse la magatoolbar del sitio o jamas estara disponible para ustedes. Solo tarda unos segundos y no es la muerte de nadie...

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