
Motivo por el cual lo suprimí de allí y me permití reproducirlo en esta misma entrada de manera unilateral e inconsulta, como esta tan en boga en la política internacional estos días. Al fin y al cabo Ms Tonks ya me ha citado en su propio blog sin ponerme sobre aviso y como de todas formas aquí bancamos el copyleft… (aunque suene terriblemente progre, asi es) los dejo con las palabras de la dama que seguramente nos pueden llagar a proporcionar un lindo motivo de blogueo:
medina. le escribo aquí sobre su encuesta, porque no puedo con mi genio de bruja manipuladora y quisiera hacer una observación a su bolsa de gatos de malos que ha propuesto.
Las historias occidentales, en tanto conllevan un proposito moralizador necesitan de malos y villanos. No sería posible relatar un cuento en el que el protagonista no tuviera un oponente al que derrotar. Los malos sirven para ofrecer un marco de referencia, en tanto permiten ver al heroe mas valiente, mas perseverente, mas bueno.
Una cosa es el malo estereotipo, el malo de cuento clasico: lo que lo hace malo es que encarna la maldad absoluta y su atmósfera cruel moviliza la trama. En historias como El señor de los anillos o He Man, los malos son “el mal”, la maldad como una fuerza inequívoca que moviliza a todos los personajes. De hecho estos malos no tienen rostro, ni a Sauron, ni a Esqueletor se los ve, pero estan onmipresentes y su accionar es la fuerza de maldad contra la que tienen que luchar los personajes. La lucha es en si misma redentora Tales elementos se repiten en casi todas las historias infantiles occidentales donde se representa la dualidad bien-mal y la lucha interior por la que transitan los personajes (sobre todo si son heroes) para alcanzar la felicidad.
Existe una figura mas compleja: el malo con ideologia, con propósitos personales que implican propinarle crueles desventuras a los otros. Estos son malos de una construcción mas avanzada. Lo que los hace malos es su papel dentro de la historia. Tal es el caso por ejemplo de Voldemort, el malo de Harry Potter, quien cree en una casta superior de magos que tienen que prevalecer y hacer pelota a todo el resto. Tal es el caso de Lord Vader, mi malo preferido (que al final se redime). Tal es el caso de Diana. Tal es el caso de Magneto. Los vuelve malos un propósito antagónico.
Pensar en Sigfried es pensar cual agencia representa al mal y cual al bien. Desconfio de una que se autodenomine Control y simpatizo mas con una llamada Kaos...
El señor Burns y Mauricio me parecen ejemplos parecidos... Son el estereotipo clásico de capitalista despiadado y sin ninguna clase de escrúpulos. Son bastante patéticos además, porque se los ve cobardes e incapaces de hacer muchas cosas por si solos... Pero creo que no debió incluirlos en la lista.
Confundir los malos nos puede llevar a construcciones tremebundas. Y ni pensar la consecuencia de nuestras posteriores elecciones.
Pero no es este el momento de profundizar en estos asuntos, el tema era complicar un poquito la cosa del comicio, de puro bruja malvada que soy.
le mando un cariño asi de grande.
8 de marzo de 2008 8:18